Andrew Nagorski
3 cuotas de $9.266,67 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $27.800,00 |
1 cuota de $27.800,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $27.800,00 |
3 cuotas de $9.266,67 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $27.800,00 |
2 cuotas de $13.900,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $27.800,00 |
1 cuota de $27.800,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $27.800,00 |
3 cuotas de $9.266,67 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $27.800,00 |
2 cuotas de $13.900,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $27.800,00 |
5 cuotas de $5.560,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $27.800,00 |
6 cuotas de $4.633,33 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $27.800,00 |
1 cuota de $27.800,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $27.800,00 |
Sinópsis
Guerra Fría, los vencedores de la Segunda Guerra Mundial perdieron el interés por los criminales de guerra. Muchos habían desaparecido entre los millones de europeos que intentaban reconstruir sus vidas; otros, intuyendo el peligro, habían abandonado el continente sin dejar rastro. Pero hubo también un grupo de hombres y mujeres que se negó a que los culpables quedaran impunes, y los persiguió por todos los rincones del planeta: los fiscales de Núremberg y Dachau; el juez polaco que llevó el caso del comandante de Auschwitz; el juez alemán que obligó a sus compatriotas a enfrentarse a la realidad del Holocausto; los agentes del Mossad que secuestraron a Eichmann; y la oficina del Departamento de Justicia que buscaba a los nazis que habían rehecho tranquilamente su vida en América.