Roger Chartier

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Descripción
Formato: LIBROS
Editorial: Gedisa
Encuadernación: Tapa Blanda
Idioma: Español
ISBN: 9788497846752
Páginas: 288
Dimensiones: 22.5 x 17.5 cm
Fecha Publicación: 10/2012

Sinópsis
¿Como leer un texto que no existe, representar una obra cuyo manuscrito se perdio y de la que no se sabe con certeza quien fue su autorr este es el enigma que plantea Cardenio una obra representada en Inglaterra por primera vez en 1612 o 1613 y atribuida, cuarenta anos mas tarde, a Shakespeare (y Fletcher)-. Tiene como trama una novela inserta en Don Quijote, obra que circulo en los grandes paises europeos, donde fue traducida y adaptada para el teatro; en Inglaterra, la novela de Cervantes era conocida y citada aun antes de ser traducida en 1612 y de inspirar Cardenio. Pero este enigma tiene otros desafios. Era un tiempo en el que, principalmente gra-cias a la invencion de la imprenta, los discursos proliferaban; el temor de su exceso a menudo conducia a enrarecerlos. No todos los escritos tenian la vocacion de subsistir y, en particular, las obras de teatro que, muy a menudo, no eran impresas (el genero, situado en lo mas bajo de la jerarquia literaria, se adaptaba muy bien a la existencia efimera de las obras). Sin embargo, cuando un autor se habia vuelto famoso, la busqueda del archivo inspiraba la invencion de reliquias textuales, la restauracion de restos estropeados por el tiempo, la correccion, ademas, de faltas y, a veces, la fabricacion de falsificaciones. Fue lo que sucedio con Cardenio en el siglo XVIII. Volver a delinear la historia de esta obra conduce, entonces, a interrogarse sobre lo que fue, en el pasado, el estatuto de las obras hoy juzgadas canonicas. El lector redescubrira aqui la maleabilidad de los textos, transformados por su traducciones y sus adaptaciones; sus migraciones de un genero al otro; las significaciones sucesivas que construyeron sus diferentes publicos. Para muchos de sus lectores, Don Quijote fue, durante mucho tiempo, un repertorio de novelas, buenas para publicar por separado o para llevar a la escena, a costa de la coherencia de las aventuras del heroe eponimo, y Shakespeare, un dramaturgo que, de acuerdo con el modelo de muc hos de sus colegas, escribia en colaboracion, reciclaba historias de otros escritores, algunas de cuyas obras no encontraron editor. Asi, gracias a Roger Chartier, se explica el misterio de una obra sin texto pero no sin autor.